A partir de 2035, en California no se podrán vender autos nuevos que funcionen con gasolina o diesel.
Se trata de una medida que será debatida esta semana por la California Air Resources Board (CARB) y que, de aprobarse, significará un avance importante en la transición energética, al promover que los vehículos particulares que circulen sean «cero emisiones».
A decir de los integrantes del CARB, la medida tiene un 99,9 por ciento de probabilidades de ser aprobada.
«Es lo más importante que la agencia a cargo de la calidad del aire ha hecho en los últimos treinta años. Es importante no solamente para California, sino para el país y para el mundo», indicó en una entrevista televisiva Daniel Sperling, integrante de CARB.